El centurión

Este hombre tenía que estar lleno de Dios, era humilde:
 
– Con los judios, les hiciera una sinagoga t era su amigo.
 
– Ante Dios, no es digno de ir a Él, no es digno de que entre en su casa, él: el humilde.
 
 
Amaba:
 
– A su siervo como a su hermano, pide por él como si fuera su familia. Pide a los que vayan a donde está Jesús y que le pidan la salud de su siervo. Creía en Jesús como Dios.
 
 
¿Como responde Jesús? Va hacia su casa, pero ante las palabras de los emisarios hace dos milagros:
-Cura al siervo y proclama en voz alta que no hat fe como la de este hombre en todo Israel.
 
 Después concede el segundo milagro:
 
 Duarnte siglos y en todo el mundo, todos los días sus palabras son repetidas en muchos idiomas y por muchas personas.
 
Dios siempre da más de lo que pedimos.
 
 
 
 
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