Siempre nos sorprende y siempre está ahí. ¿Realmente nos preparamos para el acontecimiento más seguro de nuestra vida? ¿Sabemos dejar marchar a los que amamos? El tiempo se detiene, el espacio se rompe y aparece la eternidad. Ese mar infinito de Amor que es Dios nos espera para que nuestros ojos se abran a la luz y ver que siempre vivimos sumergidos en Él sin saberlo. ¡Cuanto tiempo perdido en cosas que nada valen! ¿De que nos sirven? Sólo si diste de comer al hambriento, de beber al sediento, vestiste al desnudo y diste cobijo al peregrino te sirven cuando nazcas a la Vida sin fin.
La escalera
Alma, pide al Padre la gracia de la oración continua y empieza a subir:
Primer escalón: reza. Repite oraciones aprendidas de memoria.
Segundo escalón: Cuando rezando notes que repites más lentamente alguna parte de la oración o incluso dejas de hablar sube al segundo escalón y déjate quieta.
Tercer escalón: Mantén el estado de quietud todo lo que puedas. Si aparecen las tentaciones de distracción, repite la frase que te llevó en el escalón anterior hasta aquí
Belén
El cielo en el pesebre, la Sabiduría mostrando su gloria y el mundo de espaldas ante este Milagro. Contempla como el Creador de todo lo que existe, en su grandeza se hace pequeño para que tú aprendas a vivir en plenitud.
Debe estar conectado para enviar un comentario.