Hay un jardín de paz, con plantas y flores jamás soñados. Un jardín con fuentes de agua fresca que calma toda sed. En él la música de las flores y de los pájaros suena en armonía y los senderos son luminosos con olor de azahar. Se encuentra en un rincón del Corazón de Dios. Para estar en él sólo se necesita estar siempre en la presencia Divina.