Quiero ser caminante, no turista. Caminante que se pone en camino, que avanza detrás de una Patria Soberana: DIOS.
No quiero ser turista con fotos de papel, quiero ser la caminante de las profundidades del alma, imagen y semejanza de Él, palacio, trono y hogar de mi Amor.
No quiero ser turista de las prisas, quiero ser caminante del silencio y la paz.
No quiero ser turista de pasada rápida por la obra humana, quiero ser caminante que acompaña a los seres humanos.
No quiero ser turista de rellenar vacios de vida, quiero ser caminante que, llena de Dios, se siente plena y reparte con los que se encuentra.
No quiero ser turista de fuentes en las plazas, quiero ser caminante de la Fuente de Agua Viva que calma la sed.
No quiero ser turista de rios con orillas iguales, quiero ser caminante del río en el que en la otra orilla me espera Él.
Caminante de la vida, caminante de la aventura del vivir, cada segundo nos regala algo nuevo y siempre maravilloso.
Caminante en la Luz.
Caminante que se entrega.
Caminante con una META, no turista que regresa con papeles de imágenes, la cabeza aturdida, la maleta sucia y el cuerpo cansado.
Si caminas en el tiempo, consciente de cada instante como regalo de Dios, entenderás que nada te falta.
En el camino hacia Dios nos acompaña María 