Es la mujer que más admiro. Esto no tiene mérito por mi parte ya que Dios la eligió entre todas las posibles.
Pienso en Ella, en su casa, con su Niño y su marido. Pienso en la mañana preparando la primera comida del día, llevando el agua del pozo a su hogar, lavando la ropa …No era la famosa de la época, no era la mujer del emperador, tampoco del procurador romano.
Al principio sólo Isabel percibe quien es en realidad. Las dos primas juntas son la manifestación del Espíritu y la confirmación de la vida humana desde el principio. Juan salta de gozo al sentir la presencia de Jesús. ¡Cuánta falta hace hoy en nuestro mundo este mensaje de María!