¿Quién es Dios?
Dios no es solamente misterio, enigma,
mago, ¡milagro!…
Esta más bien caminando contigo, chocando
con tus cosas, manoseando tus pensamientos…
¡viviendo de tu vida!…
Dios, es tus muchos poquitos de todos los
días…
Es el que se acuesta todas las noches a
soñar en tu cama…
Es el foquito de luz que se te enciende a cada
rato…
Es el que sabe la cruz que te sirve… El cántaro
que puedes llenar… Y la misión que debes rea-
lizar…
Es, el que te da siempre de más, para suplir
lo que hemos puesto de menos…
Dios es el aguantador de todas tus miserias…
Y el que llamas desesperadamente para sal-
varte…
El que te regala un barco, y te deja levantar
el ancla, soltar las velas, y manejar el timón…
Pero después te aprieta la mano, y te marca la
dirección…
Dios es vida, más que teoría…
Experiencia más que experimento… Senti-
miento más que técnica… Maestro, más que
castigador… Y amigo más que juez…
Dios es el te exige perdonar a otros, para
El poderte perdonar a ti…
Es el que al soplar sobre tu alma, inventó el
milagro para no dejarte… importándole poco pasar
por la insignificancia de un pedacito de pan…
Anda más, por huequitos y rendijitas, que por
espacios inmedibles y dudas insondables…
Dios es el milagro de la vida… ¡Y el misterio
de la muerte!
¿Quién es Dios?
Es el constructor del edificio… La huella del
camino… El armazón del mundo… ¡El sentido de
la vida!…
Es ser invisible e impalpable que se deja
sentir… se deja oír… y se deja amar…
Ese ese que te regala todos los dia la luz…
el aire… la vida… ¡Y te deja creer que la mereces!
Dios es ese gran disparate lleno de sabiduría,
que tu llamas incógnita… Ese pequeño milagro
que te saca del apuro, y tu llamas suerte… Es esa
agujita divina que cose tu vida, y tu llamas destino.
¡Es esa vocecita insistente que llevas dentro
y a veces quisieras desterrar de tu vida!
Es el que pone su huella sobre la tuya, para
caminar juntos… ¡Y te deja sentir el orgullo de lo
que sembraste solo!
Dios es el que recuerdas en tus desgracias…
Y olvidas en tu felicidad…
Es eso que se te revuelve dentro y llamas
amor… Es eso, que te hace sonar muy alto, y
llamas inspiración… ¡Es eso que te enciende la
luz… y llamas acierto!
Te roza con una espina, y lo llamas lágrima…
Te sonríe con una caricia, y lo llamas felicidad…
Pero cuando te aprieta contra su corazón, y
te decides a mirarlo, no tienes más remedio que
llamarlo… ¡Padre!
Autora: Zenaida Bacardí de Argamasilla
Libro: Ramillete de Estrellas