
– La profecía de Simeón me dejó el alma dolorida.
– La huída a Egipto me hizo emigrante. Lo dejé todo en Nazareth y marché con Jesús y José. Querían matar a mi Niño.
– Y a mi Niño, cuando tenía 12 años, se le ocurrió ejercer de Mesias. ¡Qué angustia! José y yo corrimos desesperados buscándolo.
– Lo vi venir cargado con una cruz de madera, ensangrentado, no se conocía su rostro lleno de golpes, entonces una espada atravesó mi alma.
– Muere mi Hijo. Él debería cerrar mis ojos y yo no puedo cerrar los suyos. Está colgado de la cruz, lo insultan. ¿Cómo no despierta un poco de piedad en aquellas personas? ¿Tan duro es su corazón? En medio de la espada de mi alma, se abre paso la Luz del Espíritu: SERÁ REY. No lo entiendo pero creo. Para Dios nada es imposible.
– Algunos amigos lo bajan de la cruz y lo ponen entre mis brazos. Mi Hijo, mi Niño querido, yo sé que serás Rey aunque lo que mis ojos ven me dicen todo lo contrario. Los que me rodean intentan consolarme, ellos no creen en la profecía.
– Lo llevamos a enterrar. Una madre enterrando a un Hijo al que asesinaron, después de difamarlo y calumniarlo. ¡Ah, el Amor! ¡Cómo es el Amor! Cuanto aprendo del Amor en el dolor.
Verdaderamente cuanto se aprende del amor en el dolor,
muchos no lo comprenden lamentablemente, eso hay que
vivirlo, solo asi se comprende.
María nuestra madre, nos enseña a vivir el sufrimiento en
el silencio y con humildad entregada a la voluntad de Dios.
Por eso es fecundidad y plenitud…
Bendiciones cielo y gracias por tu visita, te espero pronto.
HOLA SOY MONTAÑA.
OTRA VEZ LEI Y LLORÉ,QUIZÁS POR QUE SOY MADRE,
QUIZÁS POR QUE LLEGUÉ A SENTIR EL ABUCHEO DE ESE MOMENTO,
QUIZÁS POR QUE NO COMPRENDO LA NECEDAD DEL HOMBRE,
QUIZÁS POR QUE HICE ,EN ESE MOMENTO,SU DOLOR MI DOLOR,
QUIZÁS POR QUE SOY HUMANA…………….
QUIZÁS POR QUE PROVENGO DEL AMOR,
COMO TODOS NOSOTROS AUNQUE A MUCHOS AUN
LES CUESTE RECONOCERLO
QUIZÁS POR QUE CREO EN DIOS,SE LLAME COMO SE LLAME,
Y SEGURAMENTE VOLVI A LLORAR
POR QUE AUN NO ENTIENDO LA LOCURA DEL DOLOR,
DE LA TORTURA Y DEL MENOSPRECIO ANTE CUALQUIER VIDA.
CON CARIÑO MONTAÑA.