No convirtáis en un mercado la casa de mi Padre
Somos Templos de Dios.
Oración:
Señor Jesús, pongo mi vida en tus manos para que eches fuera de este Templo todos los mercaderes que me apartan de Ti: egoísmo, orgullo, vanidad, gula, ira, desconfianza, pereza y toda clases de maldades que con tu Sabiduría veas en mí mente y corazón.