Jesús, yo os adoro profundamente y os entrego todo mi ser. Nadie me ha hecho un regalo mayor que el que tu me haces de tu Persona al comulgar. Cuando entro en un templo, miro al Sagrario y, con los ojos de mi alma, veo al Rey sentado en su trono dorado, su rostro es el más bello entre todos los hombres, sus sienes ceñidas por la corona, su vestidura es blanca de luz y lleva un cinturón dorado. En sus manos el cetro y el mundo. Ante Él me postro y adoro. Medito su Palabra:
“El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida”.
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Dios está aquí. Venid adoradores, adoremos a Cristo Redentor. Feliz día. Que Dios te siga bendiciendo. Saludos.
Saludos, amiga. Muchas gracias por tu visita a mi Espacio. Colgué una presentación del Corpus, con la canción cuya letra dice el comentario de Jorge. Si no la has visto, te invito a descolgártela. Un abrazohttp://corrientita.iespana.es/