
Mi Dios querido, mi sosiego, mi sabiduría, mi paz, mi amor; cuantas gracias debo darte porque Tú hiciste que yo conociera la respuesta a la gran pregunta de los seres humanos: ¿Qué hay después de esta vida? pues hay LA VIDA. Sé con certeza que Tú me esperas en la otra orilla y que yo, si consigo desprender todas mis ataduras incluido mi cuerpo, te encontraré sonriendo y con los brazos abiertos. Confío en esta verdad y espero en ella, por esto tengo que aprovechar el tiempo presente en el trabajo de soltar los pesos que me atan a la tierra ya que, para cruzar la puerta estrecha, no puedo llevar nada en mi que no sea la pureza de la imagen y semejanza de mi Amor.
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Amén. El es la Esperaza, la paz, el amor, lo es todo…
Besitos, Ana Cristina
Dios se ha revelado en Cristo. Y es el mismo Cristo el que nos habla de la vida aterna. Nos habla de resurrección. Unos para la vida eterna, otros para la condenación eterna.
Dios es amor y siempre nos acoja y apoya.
Saludos
Ana
«Bienaventurados los limpios de corazòn porque ellos verán a Dios»
Lo verán cara a cara en la eterna vida.
Maribel, saludos de mi ángel y saludos a tu ángel !!
Con cariño,
Betsi.