Ten cuidado con quien andas, porque la luz y la oscuridad dan penumbra y en la penumbra todo se confunde.
Hay ríos de Misericordia que bajan por el mundo y se pierden en el universo porque nadie bebe de ellos. Son ríos de agua que calman toda sed del ser humano, que limpian la suciedad y nos llenan de Vida. Ríos tranquilos y sosegados, ríos que hablan de la abundancia del Corazón de Dios. No desperdicies el agua que mana de su costado porque es la ÚNICA QUE TE LLEVARÁ A LA VIDA ETERNA.
«Espíritu Santo, recuérdame las verdades que contradicen las mentiras de mis miedos».
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“Espíritu Santo, recuérdame las verdades que contradicen las mentiras de mis miedos”.
Un abrazo, amiga
No tengamos miedos, Jesús sigue abriendo nuestra sed, para que al beber su Agua Viva, se disipen las penunbras.¡Feliz Domingo en el Señor!!!besos :María Luisa
Existiendo la luz ¿por qué habremos de ir por la oscuridad tropezando y haciéndonos daño? :))
La luz de nuestro corazón se apaga cuando no la alimentamos con el aceite del Espíritu.
Un abrazo
Pablo.
yo doy cariño al mundo y el que me sale mal, aya esa persona. preciosa entrada y feliz inicio de semana. besitos
Debemos estar siempre cerca del Espíritu Santo porque Él nos guia y enseña el camino para llegar a Jesús.
Besos
Ana
Hay un hecho en nuestra vida: la sensación vivida, a menudo, de caminar entre sombras y luces. En ocasiones, las sombras-oscuridades son intensas, profundamente intensas; ocasionalmente, vivimos la experiencia del gozo de la luz. Nos gustaría poder dominar la vida, sus misterios, sus interrogantes, sus… y también el hecho de la muerte. Y a pesar de todos nuestros esfuerzos, de los avances actuales, descubrimos grandes sombras que permanecen muy vivas en nuestra existencia. Dios nos ofrece en JESUCRISTO la Luz. El es la luz que ilumina las oscuridades del hombre.
¡Dichosos los que se dejan iluminar por Cristo!
Betsi.