
Si vives en Dios todos los días de tu vida y si cuando le das la espalda un tiempo regresas siempre a Él, entonces no dudes que, cuando llegue el mejor momento para salvarte, te llamará y será como la suave brisa del atardecer.
Toda criatura que sale de las manos creadoras de Dios es digna de Amor. Él nos formó con sumo cuidado en el vientre materno, por eso somos amados y pueden amarnos porque nuestra dignidad viene de ser hijos de Dios.
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Ël siempre nos acoge aunque nos pasemos media vida sin hablarle. Nunca nos fallará. saludos
Ana
Venimos de Dios y vamos a Dios…Somos hijos por adopción….Y herederos…
Un abrazo Maribel
http://www.isladesentimientos.es/
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Después de perder el contacto con Jesús de Nazaret, en un nuevo encuentro, cara a cara, no debemos sentir temor. El nos dice, como a los seguidores después de la tormenta: «Tranquilos, soy Yo, no tengan miedo». Su voz acogedora, sus brazos abiertos y vigorosos son golfo soleado y playa silencionsa donde programar el nuevo recorrido de una vida iluminada por El.
Con cariño,
Betsi.
Todo lo somos en Dios. Sin Él nada somos. Todo en Dios. Siempre en Dios.
Sobre la Cruz, Cristo nos ha devuelto la dignidad de hijos de Dios, recuerda el Papa.
Un abrazo.
Pablo.