Señor, hazme digno de menospreciar mi vida para obtener la vida que está en ti. En este mundo, la vida se parece a los que se sirven de unas letras para escribir alguna carta. Cuando se quiere, se añade, se quita o se cambia de palabra. Pero la vida del mundo futuro se parece a lo que hay escrito en los libros sellados con el sello real sin la menor falta, donde nada hay que añadir y donde nada falta. Mientras estamos en este mundo cambiante, estemos atentos a nosotros mismos. Mientras tengamos poder sobre el manuscrito de nuestra vida, sobre lo que hemos escrito con nuestras propias manos, esforcémonos para añadir lo que hacemos bien y borremos los defectos de nuestra primitiva conducta. Mientras estamos en este mundo Dios no pone su sello ni sobre el bien ni sobre mal. No lo hace hasta el momento de nuestro éxodo, cuando se termina nuestra obra, en el momento de nuestra partida.
Tal como lo ha dicho san Efrén, es preciso considerar que nuestra alma se parece a una nave a punto de viajar, pero que no sabe cuando vendrá el viento, y también se parece a un ejército, que no sabe cuando va a sonar la trompeta que anuncia el combate. Si dice esto de una nave o de un ejército que esperan un determinado momento que puede no llegar nunca, ¿cuánto más conveniente es que nos preparemos para la llegada repentina de este día, en que será echado el puente y se abra la puerta del mundo nuevo? Que Cristo, mediador de nuestra vida, nos conceda estar a punto.
Discursos ascéticos de Isaac el Sirio (siglo VII), monje cercano a Mossoul
100. Las espadas de la Justicia caerán ahora
Domingo, 29 de mayo del 2011, a las 3:00 hrs.
Escúchenme ahora hijos Míos en todo el mundo. Las espadas de la Justicia caerán sobre aquellos que fallen en prepararse adecuadamente para el GRAN AVISO.
Mis llamas de la Divina Misericordia, presentadas al mundo, para dar a cada uno de ustedes, una probada de lo que será el Día del Juicio Final, serán mal interpretadas por muchos de ustedes. Este gran día del GRAN AVISO, se acerca por meses, así es que ustedes ahora, deben prepararse para Mi Divina Misericordia.
Muchas, muchas almas encontrarán difícil de entender lo que este evento realmente significa. Muchos, como resultado, morirán del choque, lo cual Me entristece. Aquellos que no sobrevivan, será por el estado lamentable de sus almas.
Católicos de todo el mundo: Busquen confesión ahora, si se quieren beneficiar de Mi gran acto de amor y misericordia!
Cristianos y otras creencias: Hablen en silencio y díganle a Dios cuán arrepentidos están, cuanto lamentan sus transgresiones y pídanle que les perdone sus pecados. Solo aquellos que son fuertes de corazón en su amor por Mí y por Dios, el Padre Todopoderoso, estarán preparados adecuadamente. Otros, por su fuerza de mente y carácter, finalmente entenderán la verdad y Me aceptarán con amor en sus corazones.
En cuanto a los demás: Tan severo será el choque, que cuando sus almas sean reveladas a ellos en su oscuridad, caerán muertos. Para entonces será muy tarde buscar perdón. No habrá esperanza para ellos. Recen, recen todos ustedes para que tantas almas como sea posible, sobrevivan al gran acto de Misericordia.
Su Amante Salvador, Jesucristo
El Libro de la Verdad