Este es mi Rey: Jesús; mi Rey poderoso, creador de todo; mi Rey poderoso, redentor de todos; mi Rey poderoso, salvador del mundo.
Mi Rey está coronado por rubís de sangre divina y de su Corazón sale su ley de amor.
No hay otro Rey como mi Rey. Él te recibe siempre; vive entre y en su pueblo. Sus palacios son nuestros corazones. Tiene una dirección en tu barrio: el Sagrario de la Iglesia parroquial. Si lo llamas, acude muy rápido y NO COBRA IMPUESTOS.
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