Evangelio según san Juan (2,13-22):
Jesús hace un látigo de cuerdas y echa a todos los mercaderes del Templo porque éste tiene que ser un lugar de encuentro con Dios y nadie ni nada nos tiene que distraer del abrazo amoroso de Él.
Oración:
Señor Jesús, pongo mi vida en tus manos para que eches fuera de este Templo todos los mercaderes que me apartan de Ti: egoísmo, orgullo, vanidad, gula, ira, desconfianza, pereza y toda clases de maldades que con tu Sabiduría veas en mí mente y corazón.
Gracias Señor.
«Que el templo sea Señor
el lugar de encuentro contigo como Padre,
el lugar de reunión con mis hermanos.
Que encuentre en el templo la vida
que me ofreces en los sacramentos,
la unión con Cristo que me regalas
por medio de la Iglesia.
Que el templo sea el lugar
donde se renueve mi fe en tus promesas
y mi esperanza en participar
en la resurrección gloriosa de Cristo.
Señor, que el templo sea el lugar
donde me comunique contigo en la oración
donde te escuche, donde aprenda a vivir
como hijo de Dios».