Hoy, ceniza

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Hoy, ceniza en la frente porque empieza la Cuaresma, tiempo de conversión. En todas las Iglesias se hace una cruz con la ceniza en la frente de los fieles para recordarnos nuestra finitud y la necesidad de conversión, de volver el corazón a Dios. Si lo hacemos, si le decimos a Dios: «A Ti me entrego, dispón de mí como Tú veas que es mejor para tus planes», algún día seremos marcados con un sello en la frente, como hijos de Dios, que nos evitará todo daño Apocalipsis 7,2-4.

Como ayuda para que nuestra petición se cumpla, primero nos encomendamos a Nuestra Señora y después intentamos que nuestro pensamiento se purifique, haciendo el mayor silencio posible dentro de nosotros para poder escuchar la voz de Dios que, con todo seguridad, te dirá: «Te amo, por eso deseo que seas todo lo que puedes ser». Si conseguimos esto, si nos abrimos a Dios y le dejamos actuar, entonces todo va a cambiar; sin miedo, sin temor esperando la promesa de la Pascua.

En esta Cuaresma abre tus ojos y sorpréndete porque Dios va delante de ti preparándolo todo,  va a tu lado agarrándote con fuerza y va detrás borrando tu mal,  porque vive dentro de ti y sin Él nada eres, pero con Él eres la criatura maravillosa que soñó antes del tiempo.

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Una respuesta a Hoy, ceniza

  1. Blanca dijo:

    No vi tu entrada hasta un día más tarde.

    Entrar en Cuaresma es inaugurar
    un tiempo fuerte de penitencia y conversión…
    aprovecha la oportunidad.
    Entrar en Cuaresma es una llamada a salir de nosotros,
    de nuestras casas, de nuestros prejuicios,
    de nuestros intereses, gustos y comodidades…
    sal de ti y ves hacia el otro.
    Entrar en Cuaresma es afrontar la realidad personal
    y dejarse juzgar por la Palabra de Dios…
    descúbrete, acéptate, conviértete.
    Entrar en Cuaresma es dejar poner nuestro corazón
    en la sintonía del corazón de Dios…
    practica la com-pasión que hace hermanos.
    Entrar en Cuaresma es vaciar nuestras manos,
    saber renunciar a nuestras seguridades,
    a aquello que nos esclaviza…
    libérate para poder abrazar.
    Entrar en Cuaresma
    es saber caminar con otros creyentes
    que buscan a Dios
    siguiendo a Jesús en Espíritu y en Verdad…
    ¡Buen camino!