La llama

Moisés-zarza-ardiendoY Moisés miró, y he aquí, la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces dijo Moisés: Me acercaré ahora para ver esta maravilla: por qué la zarza no se quema. Cuando el Señor vio que él se acercaba para mirar, Dios lo llamó de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Entonces El dijo: No te acerques aquí; quítate las sandalias de los pies, porque el lugar donde estás parado es tierra santa.                                                                                                                      Éxodo, 3

Aunque tengamos mucho frío, Dios arde de amor en nuestro interior. Encontrar esta hoguera, que no se consume, es tarea de santos.  para ello debemos seguir los consejos de la sabiduría divina:

  • Busca el silencio, el exterior y, sobre todo, el interior. Apaga el ruido de tus pensamientos, sentimientos, temores, quejas   y espera.
  • Cuando, como Moisés, comiences a ver la llama de Amor que arde en ti, descálzate porque caminas en tierra sagrada. Descálzate de orgullo, soberbia, avaricia, tristezas, envidias, arrogancia, lujuria, mentira, gula, ira, pereza y cualquier otro mal que tenga raíces en ti y, así, no harás ruido para mejor escuchar la Palabra que susurrar
  • Alma, no estés tan volcada hacia el exterior con tus sentidos. Aprende a recogerte en Mí.

Dios habita en ti. Ámalo, adóralo, escúchalo y mantén tu interior en adoración de huésped tan importante.

No vuelvas la vista atrás y procura que esa llama contagie tu vida. Bebe de esa fuente de sabiduría y enseña a otros a beber. Si llegas ahí has obtenido éxito en tu vida.

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