Pedro y Pablo
Que no olvide yo ni un instante que tú has establecido en la tierra un reino que te pertenece; que la Iglesia es tu obra, tu institución, tu instrumento; que nosotros estamos bajo tu dirección, tus leyes y tu mirada; que cuando la Iglesia habla, tú eres el que hablas. Que la familiaridad que tengo con esta verdad maravillosa no me haga insensible a esto; que la debilidad de tus representantes humanos no me lleve a olvidar, que eres tú quien hablas y obras por medio de ellos. Amén
Cardenal Newman
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