Él les contestó: «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?»
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón. San Lucas.
María guardaba todo lo que Jesús vivía en su Corazón; lo conservaba limpio de toda maldad y en Él habitaba el Espíritu Santo con sus dones por eso pidamos a la Virgen:
María, Madre mía, ruega por nosotros a Jesús y pídele el vino de la alegría del corazón. Ayúdanos a tener un corazón limpio como el tuyo para poder ver a Dios. Amén.
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