Siempre nos sorprende y siempre está ahí. ¿Realmente nos preparamos para el acontecimiento más seguro de nuestra vida? ¿Sabemos dejar marchar a los que amamos? El tiempo se detiene, el espacio se rompe y aparece la eternidad. Ese mar infinito de Amor que es Dios nos espera para que nuestros ojos se abran a la luz y ver que siempre vivimos sumergidos en Él sin saberlo. ¡Cuanto tiempo perdido en cosas que nada valen! ¿De que nos sirven? Sólo si diste de comer al hambriento, de beber al sediento, vestiste al desnudo y diste cobijo al peregrino te sirven cuando nazcas a la Vida sin fin.
Nacer después del tiempo
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