El Tribunal de Estrasburgo, por unanimidad de sus siete jueces, falla que el crucifijo puede ser molesto en las aulas para alumnos de otras religiones o ateos.
La mujer que denunció, declara estar “contentísima” porque "el crucifijo tiene detrás muchísimos significados negativos, a partir de la discriminación de las mujeres y los homosexuales".
Y es que la Cruz de Jesús molesta ya que nos habla de amor y perdón, nos habla de comprensión y aceptación y denuncia la injusticia. Todo esto me hace recordar las palabras del Maestro en la Cruz: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.
Recuerdo en mi niñez cuando las clases empezaban con la señal de la Cruz y la petición de ayuda al Padre para el día. ¡Cuánta paz y fuerza me daba! Y ahora pienso en esos alumnos viviendo de espaldas al Señor y sólo puedo exclamar ¡Qué horror!
Las cabezas se ponen tontas. Vivan las calabazas del "jalogüin", el ramadan, los carnavales, la alianza de civilizaciones. Pero la cruz no. ¿Qué pretenden? Simplemente fastidiar. Qué triste. Un abrazo.