
Del Evangelio de hoy: «Por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado, porque son tuyos», Juan 17:9. Estas palabras de Jesús suenan en mi alma y la sacuden porque Él ruega por mi al Padre y Ellos me consideran de los suyos; por lo tanto ¿a quien temeré?
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“Por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado, porque son tuyos”,
Coincidimos amiga…..Para mí es algo que no acierto a explicar el AMOR….TAN GRANDE DE SABER QUE NOS HA ELEGIDO.
Un abrazo
http://www.isladesentimientos.es/
La despedida de Jesús concluye con una oración confiada a su Padre, en la que intercede por la humanidad, consciente de que su misión consistía en unirla con Dios.
«Padre concédenos vivir alegres y sinceros en tu verdad».
Maribel, abrazos y muchas bendiciones !!
Betsi.
Si no vamos al lado del «Amigo que nunca falla» ¿a quién habremos de seguir?
La gratuidad del amor de Dios no es entendible desde el punto de vista humano.
Un abrazo
Pablo.