que el Ángel de Portugal enseñó a Francisco, Jacinta y Lucía en Fátima

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes con los que El es ofendido. Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores.
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Amemos al Señor desagraviándole por los que no le aman ….¡¡No saben lo que hacen!!
Un abrazo amiga
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