
Eres la creación de Dios, déjate mecer en la cuna de la vida por Él y, mientras, fíjate en como la vida palpita dentro de ti.
No te agobies por nada, déjale cuidarte y abandónate.
Ya no es que te cuide un Ángel, es que te cuida Dios en persona y, si le permites que te cuide, entonces nada temerás. Te mueves en Él; ser consciente de esto y de su presencia continúa y atenta lo cambia todo. No estás sólo jamás. Permítele entrar en tu vida, dile sí y abandónate a su abrazo de amor.
Él escribe perfectas las vidas.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Relacionado
Esta entrada fue publicada en
Él,
Felicidad,
Vida. Guarda el
enlace permanente.
«…No te agobies por nada, déjale cuidarte y abandónate»…
Un abrazo, amiga!
http://www.isladesentimientos.es/
No estás sólo jamás.
Qué alegría sentirnos acompañadas siempre de quien sabemos nos ama.
Me abandono a su abrazo de amor.
Tu entrada reporta paz, ¡Gracias Maribel!
Dios mío, tú me creaste. Te doy gracias porque me hiciste asombrosamente bien. Me alegro de mi cuerpo, de mi mente que concibe continuamente ideas nuevas: me alegro de las capacidades que me has regalado. Eres el Creador. Tu mano me ha modelado y me forma día a día. Y eres mi padre que me sostiene, que fortalece mis espaldas, que me alienta a vivir mi propia vida.
Querida Maribel, muchas felicidades !!
Betsi.
Y a Él recurro, y siempre etá ahí. Besos
Ana
Pingback: Sálvate | En el camino hacia Dios nos acompaña María