Sólo Tú llenas mis vacíos, calmas mis ansias, disipas las tormentas y sujetas el timón de mi vida para que no se hunda.
Contágiame tu dulzura para ser bálsamo de las heridas. Contágiame tu comprensión para no juzgar a nadie. Contágiame tu estilo de vida para que pueda salvarme ahora ya.
¿Que me harás, Dios, cuando llegue a la otra vida? «Abrazarte y besarte como nunca antes nadie te abrazó y besó».
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En el camino hacia Dios nos acompaña María 
Solo Él está cerca para guiarnos por el camino correcto.
Besos azules
Ana
¡¡Dios es Amor!!
Un fuerte abrazo, amiga
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En eso, Señor, paso la vida: ¡ Habitaré en tu Casa ! ¡ Qué sorpresa será ver tu Semblante cuando la tarde llegue de esta vida ! ¡ Cómo quisiera traspasar aquellas nubes sin impedir llegar hasta tu Trono !. No te olvides, Jesús, que siempre espero porque mi alma, Señor ya quiere verte.
Abrazos,
Betsi.