
Acabo de recibir por email este texto de Sartre, maravilloso y extraño dentro de su obra quizás por ser escrito en el campo de prisioneros alemán Stalag 12D que compartió con algunos sacerdotes:
«La Virgen está pálida y mira al niño. Lo que habría que describir en su cara es una reverencia llena de ansiedad que no ha aparecido más que una vez en una cara humana. Y es que Cristo es su hijo, carne de su carne y fruto de sus entrañas. Durante nueve meses lo llevó en su seno, le dará el pecho y su leche se convertirá en sangre divina. De vez en cuando la tentación es tan fuerte que se olvida de que Él es Dios. Le estrecha entre sus brazos y le dice: ¡mi pequeño! Pero en otros momentos, se queda sin habla y piensa: Dios está ahí. Y le atenaza un temor reverencial ante este Dios mudo, ante este niño que infunde respeto. Y es una dura prueba para una madre tener vergüenza de sí y de su condición humana delante de su hijo. Aunque yo pienso que hay también otros momentos, rápidos y resbaladizos, en los que siente, a la vez, que Cristo, su hijo, suyo, es su pequeño, y es Dios. Le mira y piensa: Este Dios es mi hijo. Esta carne divina es mi carne. Está hecha de mí Tiene mis ojos, y la forma de su boca es la de la mía. Se me parece. Es Dios y se me parece. Y ninguna mujer jamás ha tenido así a su Dios para ella sola. Un Dios muy pequeñito al que se puede coger en brazos y cubrir de besos, un Dios caliente que sonríe y que respira, un Dios al que se puede tocar; y que sonríe. Es en uno de esos momentos cuando pintaría yo a María si fuera pintor. Y trataría de plasmar el aire de atrevimiento tierno y tímido con que ella adelanta el dedo para tocar la piel pequeña y suave de este niño-Dios cuyo peso tibio siente sobre sus rodillas y que le sonríe» (Jean Paul Sartre, Barioná, el Hijo del Trueno).
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Qué sorpresas te da la vida… Sartre…
«Cristo, su hijo, suyo, es su pequeño, y es Dios». Qué cosas… Un abrazo.
Que estos escasos días para la Navidad, nos ayuden a prepararnos mejor para recibir al Dios que quiere nacer en nosotros.
Un abrazo
http://www.isladesentimientos.es/
¡FELIZ NAVIDAD!
Que El al venir llene nuestros corazones de paz y amor.
Un abrazo.
Ella siempre lo mira con amor, como cualquier madre amorosa.
Feliz Navidad
Ana