
Adora a Cristo en la Eucaristía porque es Dios. Él es el puente que construyó el Espíritu para que nos salvemos. Confíale tu vida, háblale de tus penas y alegrías y no regatees el tiempo en su presencia porque te devolverá el ciento por uno.
Míralo y contémplalo, vive en el Sagrario muy cerca de tu casa, es fácil encontrarlo y te espera.
Cuando estés en su presencia, espera y confía porque te llenarás de amor y, si tienes estas tres virtudes, empezarás a vivir la salvación.
Cristo quedó en la Eucaristía para que lo comulgues y dejes que Él te comulgue a ti y así formará parte activa e importante en tu vida, mezclándose contigo de tal forma que no seas tú sino Cristo el que conduce, entonces todo irá bien.
Ser un Sagrario viviente en el que los demás vean a Jesús es una de nuestras tareas como cristianos.
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Paz y Bien.
Tener a Jesús presente en la Eucaristía, es un gran don para todos, ¡Gracias, Señor! por haberte quedado en el Sagrario y ser nuestro alimento en el camino.
Un abrazo, Maribel, que dicha ser sagrario viviente.
Que Dios te bendiga.
Gracias , Señor, porque no nos has abandonado….¡¡Gloria y honor a Ti, por siempre!!.
Maribel, hoy te envié el Evangelio en pps y me lo han devuelto.No se si has cambiado de correo.
Un abrazo
http://www.isladesentimientos.es/
Deberíamos ser como la lamparita del sagrario, que humilde y silenciosa, está diciendo a todos los que vienen a la iglesia: «Aquí está Jesús, aquí está tu Dios».
«Gracias, Señor, por haberme hecho comprender que Tú eres la única fuente de alegría del universo y que sin Ti, nadie puede ser feliz».
Abrazos y cariños !!
Betsi.
Adorarle como Él nos adora a nosotros. Besos
Ana