Escribe perfecto en tu vida, para ello deja que Dios te lleve de la mano, pide ayuda al Padre en la oración, imita al Hijo en su vida en la tierra y déjate llevar por el Espíritu Sabio que te conducirá al paraíso. Si no entras ya en esta vida, si lo rechazas ahora, entonces ten en cuenta lo que te dice el evangelio de hoy según S. Marcos 16, 15-20: «El que crea y se bautice se salvará. El que no crea se condenará».

Antes o después llegará el día en que la suave voz de Dios te llamará, si vives de espaldas a Él no lo reconocerás y entonces te condenarás.  Acude a la Iglesia Católica, única esposa de Cristo y depositaria de su mensaje de resurrección; endereza tu vida haciaDios, adéntrate en Él y descubre que Él habita en ti. Vive  haciendo siempre su voluntad para que el riesgo de condenación se anule. Así sea.