Gracias Santiago por traernos la Vida de Cristo y su presencia en la Eucaristía.
No puedo imaginar como sería mi vida sin esta Luz y este Alimento. Saber que el Maestro está aquí, que me llama y que quiere compartir, en una unión total y sin fisuras, mi vida, es lo que me hace experimentar la alegría y felicidad del Amor pleno.
Ruega por nosotros, Apóstol Santiago, amigo de Jesús, para que la Misericordia Divina caiga como una lluvia sobre el mundo.
En el camino hacia Dios nos acompaña María 
Santiago, Apóstol de Jesús, que nos trajiste mensaje salvador del Evangelio a las tierras de España, donde tú predicaste el mensaje salvador de Jesús, ahora que atravesamos por serias dificultades intercede por esta nación que te venera como su Patrón.
Un abrazo, amiga
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Peregrinar de nuevo a las raices de nuestra fe. Volver a la escritura, a los padres, a los textos básicos del magisterio de la iglesia, a los grandes maestros de espiritualidad.