¡Oh Dios! no dejes que me aferre tanto a la vida en la tierra porque estoy de paso en ella. Ayúdame a desprenderme de las cargas que me apartan de Ti para que, cuando mi cuerpo regrese a la tierra, mi alma libre y veloz vaya al cielo.
Los hombres de hoy no somos más felices porque no terminamos de confiar en las promesas de Dios. Y al no hacerlo, tampoco nos esforzamos por adelantar su cumplimiento en nosotros. No nos hacemos ningún favor así. Nuestra plenitud, sin duda, será en aquella eternidad feliz que nos asegura nuestro Dios. Pero la vamos construyendo y consolidando cada día, hoy y aquí. No podemos dejar de hacerlo para que sea una realidad resplandeciente en nuestro futuro de eternidad feliz junto a Dios.
Que Dios ilumine tu andar por la vida!
Con afecto,
Betsi.
¡¡Amén!!
Los hombres de hoy no somos más felices porque no terminamos de confiar en las promesas de Dios. Y al no hacerlo, tampoco nos esforzamos por adelantar su cumplimiento en nosotros. No nos hacemos ningún favor así. Nuestra plenitud, sin duda, será en aquella eternidad feliz que nos asegura nuestro Dios. Pero la vamos construyendo y consolidando cada día, hoy y aquí. No podemos dejar de hacerlo para que sea una realidad resplandeciente en nuestro futuro de eternidad feliz junto a Dios.
Que Dios ilumine tu andar por la vida!
Con afecto,
Betsi.