Ser mujer es colaborar con Dios en la creación de la vida. Ser varón es colaborar con Dios en la creación del mundo.
El hombre y la mujer, en su relación con el Creador, son expresión de unidad en la humanidad compartida, que indica no sólo una comunión entre ellos, sino una cierta semejanza con la comunión en Dios. Fides-mujer